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Munay Minerales Mallorca

DRUSA DE AMATISTA CORAZÓN 14 kg.

DRUSA DE AMATISTA CORAZÓN 14 kg.

Regular price €750,00 EUR
Regular price Sale price €750,00 EUR
Sale Sold out
Tax included.

Instagram: @munayminerales

Origen Brasil.

https://youtu.be/Q8xwI6MP9q0

La procedencia del nombre de esta gema (amatista) es muy particular, ya que proviene del griego “amethystos” traducido como “no borracho, no embriagarse, que impide la embriaguez” esto es debido a que en la antigüedad se considerada como un poderoso antídoto contra la embriaguez.  Se la consideraba eficaz a la hora de anular o limitar los efectos del vino.

Propiedades energéticas:

La amatista refleja el rayo púrpura, uno de los colores del tercer ojo. Simboliza el paso de la conciencia del estado normal de vigilia al estado de alterativa.

Es una piedra idónea para la meditación. El color amatista es una de las vibraciones mayores del tercer ojo.

Una piedra amatista colocada directamente en esta zona, estando la persona tumbada boca arriba, facilita el estado meditativo. Calma el proceso del pensamiento, infundiendo serenidad.

La amatista aparta de la conciencia el egoísmo, inculcando a la mente un conocimiento más profundo de la realidad. La mente se rinde y se desvanecen los pensamientos. Llama a la puerta de la conciencia. La energía de la amatista enseña la humildad necesaria para alcanzar estados mentales superiores. La paz y la serenidad interior que proporciona nos sume en un silencio donde la actividad mental constante es sustituida por la calma.

La amatista pretende darnos una lección de humildad. Desea mostrar a la mente como rendirse en el altar del yo. Si notas ese paso, te quedarás a la frontera del reino de la sabiduría. Tan solo cuando la mente entiende que existe algo más allá del yo, que su percepción es limitada, y que los sentidos sólo abarcan una ínfima parte de la verdad, puede uno intuir el significado real de la vida y del ser. Hay que desaprender lo aprendido para entender la realidad. De hecho, hay que inclinarse para que la sangre fluya a la cabeza y para experimentar otros estados de conciencia. La amatista nos dice: “relájate y confía, renuncia si deseas recibir algo más y algo mejor, ríndete, tu entendimiento alcanzará más allá de las circunstancias que atan la conciencia al mundo material, inclínate, formarás parte de un todo más amplio, vacíate para que puedas llenar todo tu ser, sé humilde y deja que las fuerzas del universo guíen tus pasos por la vida”.

La amatista infunde sabiduría, es muy útil cuando se sufre la pérdida de un ser amado. Su presencia consuela, recordándonos subliminalmente que no hay muerte verdadera, sino una transición y un cambio de forma. La amatista, silenciosa, sugiere: “celebra la libertad que ha ganado, alégrate, su alma ha roto las cadenas que le ataron al cuerpo físico, si quieres, puedes contribuir en su evolución transmitiendo pensamientos de felicidad y amor”. En occidente, se lamenta la muerte por que no nos han educado teniendo en cuenta la inmortalidad del alma. La amatista viene a ser la “Piedra del alma”, pues manda un mensaje hacia dicho nivel del ser. Da acceso a supremas experiencias anímicas. Ya que la amatista comunica directamente con el alma, es la piedra perfecta para tener consigo o para meditar en el trance de la muerte. Si se logra una buena identificación con la fuerza anímica, la pérdida provisional del cuerpo físico no plantea un problema sin solución, y la transición puede llevarse a cabo con serenidad. Es por tanto una piedra ideal para entregar a personas que estén sufriendo una enfermedad de gravedad o para emplear para sí mismo en la preparación de la muerte consciente.

Debido a su efecto calmante sobre la mente, la amatista sirve para estados mentales de estrés profesional o confusión. Es una de las mejores piedras para tratar la tensión o jaquecas, ya que visualiza las ansiedades mentales que provocan tales estados. La amatista púrpura tiene algún matiz azul y rojo. El color azul aporta la paz a la energía de “acción roja”. Por consiguiente, es positiva para las personas que tengan una fuerte personalidad, o mal genio, es decir, energías rojas. Conviene llevar una consigo, o llevarla puesta, o meditar en ella cuando empezamos a acalorarnos, la amatista restablece entonces el equilibrio mental. Es especialmente útil si se padecen pesadillas crónicas. Antes de acostarse, mantén una amatista contra la frente y prográmala para que guíe la mente a través del sueño. A continuación, colócala debajo de la almohada y duérmete tranquilo. Esta última operación puedes realizarla si sencillamente deseas tener sueños apacibles y agradables.

Si durante la meditación sostienes algún cristal o pequeña drusa de amatista en la mano izquierda, con el extremo apuntando hacia el brazo, la energía de la amatista fluirá hacia el cuerpo. Con esta técnica se relaja el sistema físico, y se vuelve uno más vulnerable y sensible a las experiencias meditativas. Las grandes drusas de amatista son ideales para los altares de meditación, para fijar en ellos la concentración. La mente ejercita mediante estas meditaciones su habilidad para centrarse y serenarse, mientras la atención sigue fijada en el mundo objetivo.

La amatista se lleva muy bien con el cuarzo rosa. El amable color púrpura de la amatista calma la mente y el matiz suave del cuarzo rosa apacigua el corazón. Puedes emplearlos a la vez en prácticas gemoterapéuticas, llevarlas en joyas o meditar en ellas, en busca de un equilibrio pacífico entre energías mentales y emocionales.

Los cristales de amatista son muy corrientes y accesibles. Y puesto que son una de las formas cristalinas más hermosas, tal vez los encuentres en grandes almacenes, y por supuesto en casi todas las tiendas dedicadas a las gemas. Su color oscila entre el púrpura oscuro y el blanco casi transparente con un leve matiz púrpura. Habitualmente, las gemas de amatista suelen labrarse, igualan en belleza y precio a otras gemas preciosas. La amatista casa bien con el oro, es ideal para la joyería ya que siempre irradia belleza e influencia positiva. Las drusas, los cristales generadores y las geodas de amatista son hermosos e

imprescindibles en una colección gemoterapéutica. En sesiones de curación por los cristales, suelen aplicarse drusas de amatista en la zona del tercer ojo. Los cristales generadores se emplean para equilibrar el flujo de energía sutil; los cristales pequeños pueden aplicarse o llevarse puestos con la punta apuntando hacia abajo para dirigir la energía de la amatista hacia el cuerpo.

Por: Katrina Raphaell.

Enlace de Katrina Raphaell: www.webcrystalsacademy.com

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